miércoles, 26 de agosto de 2009

Fotos varias

Algunos retoques de fotos de Grecia que estoy haciendo, mientras aprendo algunas cosas del GIMP



Hermúpolis (Isla de Syros) Ampliar




Isla de Hydra Ampliar




Plaka (Atenas) Ampliar

martes, 25 de agosto de 2009

Lugares - Kalávrita II (Καλάβρυτα)

(Ver primera parte)

1821 - El comienzo de otra historia.


1821 fue el año del comienzo de la insurrección contra la ocupación otomana. Estos primeros movimientos revolucionarios se dieron en el Peloponeso y la ciudad de Kalávrita tuvo un papel destacado. Entre enero y marzo de ese año se llevaron a cabo en Egio cinco reuniones para dar comienzo a la lucha por la liberación, pero a nada se llegó. En tanto, Kalávrita se presentaba como la primera preparada para la lucha. Así se dio uno de los primeros golpes contra los turcos, un grupo de kleftes de la zona de Kalávrita interceptó a un grupo de mensajeros que llevaba correspondencia para el Pasá, en Ioannina. Días después un golpe similar fue dado contra un recaudador del Imperio.
El 21 de marzo unos 600 hombres armados, bajo el mando de Sotirios Jaralambis y Ioannis Papadopoulos entre otros, se reunieron y sitiaron Kalávrita. Luego de una lucha de 5 días el gobierno turco de la ciudad se rindió. Luego de la liberación de la ciudad y del monasterio de Agia Laura, se celebró oficialmente la reconquista.
El 25 de marzo se celebra el día de la liberación a nivel nacional, por ordenanza del Rey Othón del 27 de marzo de 1838.
En Kalávrita se celebra la liberación de la ciudad el 21 de marzo y el 25 se conmemora el aniversario en el monasterio de Agia Laura.


Kalávrita hoy.

La ciudad, cargada con su sino trágico, resulta atrayente. A una altura de 750 metros sobre el nivel del mar tiene el beneficio de la nieve, a partir de la cual se levantaron en la zona importantes centros de esquí que le dan una jerarquía y una afluencia turística considerables; pero allí también están los testigos mudos de la masacre, siempre presentes, para que nadie olvide. Y los puntos de visita obligados estarán cargados de dolor.
El monumento en el lugar de la ejecución, desde donde la vista de la ciudad, construida en forma de anfiteatro resulta impactante. Aunque difícil es disfrutar de semejante vista cuando uno sabe qué sucedió en ese sitio, cuando uno tiene el monumento allí, tan presente, tan obvio, y el listado de los caídos, y sus edades... niños desde 15 años. Se puede visitar la iglesia del pueblo; su reloj sigue marcando las 2:34, hora de la masacre.
El colegio en el cual fueron retenidas las mujeres y sus niños, reconstruido luego de ser quemado, se transformó en el Museo del Holocausto de Kalávrita.
Todo en Kalávrita está marcado por la tragedia, pero la ciudad resulta cálida a pesar del frío; hermosa, entre tanta tragedia.
Y acaso lo más atractivo sea el modo de llegar a Kalávrita; dejando de lado la posibilidad de acceder por una moderna ruta asfaltada nos encontramos un viejo tren a vapor, de trocha angosta que atraviesa la montaña, partiendo de la ciudad costera de Diakoptó.

(continúa...)

viernes, 14 de agosto de 2009

Lugares - Kalávrita I (Καλάβρυτα)

Pensar en un pequeño pueblo de montaña, con menos de 3000 habitantes permanentes, puede parecer poco prometedor. Pero, a pesar de ser eso mismo, Kalávrita es mucho más que eso; por su gran carga histórica reciente (hechos de 1821 y de 1943, a la luz de la historia griega resultan inequívocamente recientes); por el tren de trocha angosta que constituye todo un atractivo en sí mismo; por ser un centro de esquí de gran belleza y por algunos monasterios que se encuentran es las cercanías.

1943 – La gran tragedia.

Kalávrita está dominada por una enorme cruz, enclavada en lo alto de la montaña, que nadie puede (y nadie debe, tal es la idea) dejar de ver.

El 9 de diciembre de 1943 los alemanes entraron a Kalávrita a la vez que la sitiaron para que nadie pudiera escapar. El comandante aseguró que nada le pasaría a nadie, que su objetivo era el exterminio de los revolucionarios. Procedieron, inicialmente, a quemar las casas que pertenecían a éstos.
El 12 de diciembre comenzaron los preparativos para la partida, que habría de realizarse al día siguiente. El lunes 13, antes de que terminara de amanecer, sonaron las campanas de la iglesia, oficiales y soldados alemanes ordenaron a todos los habitantes que se reunieran en el colegio llevando consigo una manta y alimentos necesarios para un día.

Las mujeres fueron encarceladas con sus hijos menores de 14 años. El resto de los habitantes, hombres y niños mayores de 14 años, fue llevado a la cumbre de la montaña. Desde allí nadie podría evitar ver el espectáculo del fuego quemando sus pertenencias, sus casas, y el pueblo todo con sus mujeres e hijos encerrados en la escuela. El comandante del ejército alemán, mientras las llamas consumían las casas, dio su palabra de honor: nada pasaría a quienes estaban encerrados en el colegio.
En esos momentos el tren se alejaba de la ciudad, cargando todo lo valioso que los alemanes alcanzaron a sacar de las casas, los comercios y los bancos.
Desde el hotel Mega Alexandros, con una bengala verde y luego una roja, se dio la orden de la ejecución. Sólo 13 personas lograron salvarse.

En el colegio, los niños y sus madres vivían momentos de terror, con el fuego rodeando el edificio; rompiendo puertas y ventanas lograron escapar de su prisión y huyeron del pueblo, de las casas que se consumían, buscando a los hombres. Subieron la montaña y se encontraron con el peor espectáculo que hubieran podido imaginar, los cuerpos de sus hijos, maridos, hermanos, bañados en sangre. El gran drama de Kalávrita había comenzado, la juventud, la fuerza de trabajo, los hombres todos de la ciudad, habían sido exterminados. Aún hoy las agujas del reloj de la iglesia marcan la hora fatídica, 2:34.

En el lugar de la ejecución es donde hoy se levanta la enorme cruz blanca y un sobrio monumento con los nombres de las víctimas. Sobre la ladera, en letras de gran tamaño se lee el mensaje del pueblo de Kalávrita, no rencoroso, sino fruto del dolor vivido a la fuerza: ΟΧΙ ΠΙΑ ΠΟΛΕΜΟΙ, ΕΙΡΗΝΗ (No más guerra, paz). Y la fecha fatídica, 13 – 12 –1943

(Continúa...)